Tuesday, November 23, 2010

Querida India:

tus autoridades han decidido que con un visado de seis meses no me puedo quedar durante 6 meses (a quien se le ocurre!!), asi que te tengo que abandonar durante dos largos meses, en los que te sere infiel con Tailandia, Indonesia y probablemente Camboya. Te voy a echar de menos; a pesar de que a veces estoy deseando marcharme y no volverte a ver, siempre acabo volviendo, y es que te has metido muy dentro de mi corazoncito, no se como ni cuando, pero me tienes loquita! Echare de menos el chai callejero de las manyanas, tan caliente que te quema el esofago. Echare de menos los colores de los saris y los salwar kameez, siempre distintos, siempre elegantes, siempre inmaculados. No me canso nunca de mirar a las mujeres! Los hombres mayores con sus ropas blancas sin una mancha (como lo haran?) rectos como escobas y con la cabeza alta y llenos de dignidad. Echare de menos las sonrisas espontaneas y puras de los ninyos, los namaste a todas horas, la sintaxis imposible (which country do you belong from Madam?). La comida merece un capitulo aparte, voy a echar de menos los thali, las parathas, los naan, las dosa, los roti, los puri, el arroz cocinado de mil maneras, las especias que dan sabor sin abrasar el estomago, las sutiles mezclas de frutos secos, los lassis callejeros que casi hacen danyo a los dientes de la cantidad de azucar que llevan, creo que voy a echar de menos hasta el paneer (queso poco curado mas bien insipido)... Las vacas que se pasean como reinonas por las calles de las pequenyas y medianas ciudades. Los elefantes que aparecen de repente por una calle de Delhi. Las familias que te rodean y te piden que te saques una foto con el benjamin en brazos. Los ninyos que vienen emocionados a preguntarte si pueden hablar contigo para practicar ingles. El vagon de las mujeres y la complicidad que se instala entre ellas. Los viajes en tren que se convierten en banquetes improvisados en los que cada uno comparte lo que lleva. Mis clases de yoga, de meditacion, los templos improvisados en cualquier esquina. Las ofrendas florales. Voy a echar de menos a mi dios favorito, Ganesha. La capacidad de hacer posible lo imposible, y viceversa. La solidaridad que me he encontrado en Calcuta. Sin embargo, hay muchas cosas que no voy a echar de menos, como el claxon ensordecedor e incesante de los coches, motos y rickshaws. La miseria superlativa que, por desgracia aun existe, no la voy a echar de menos. Las cacotas de las vacas, pues tampoco, la verdad. Ni las montanyas de basura, ni los olores a putrefaccion, ni las ratas, ni las cucarachas monumentales. Los escupitajos a toda hora y a todo volumen me siguen estremeciendo de asco. Las miradas sucias de algunos hombres. Las enormes desigualdades. No saber si ese viaje en autobus sera el ultimo de mi vida o si llegare sana y salva. 20 horas de autobus para recorrer 300 kilometros... Con todo, el balance es positivo y dentro de dos meses volvere a llamar a tu puerta, espero que me abras y me acojas con los brazos abiertos como has hecho siempre! Hasta pronto con lagrimas en los ojos.

Thursday, November 18, 2010

Dia a dia en Calcuta

Bueno, aqui estoy de nuevo, sobrevivi a mi celda y por ahora la gastronomia calcutenya me esta tratando muy bien!
El lunes asisti a la charla de orientacion para voluntarios, en la que nos
explicaron en que consiste el trabajo en cada casa, para que
decidieramos donde queriamos ir. Hay 40 casas de acogida solo en
Calcuta, que acogen a ninyos enfermos, con problemas mentales, mujeres
maltratadas, moribundos... Decidi ir a una casa que se llama Prem Dan,
que acoge a mujeres con problemas mentales. Asi que el martes a las 5.30 me dirigi a la Casa Madre, caminando desde Sudder street, que es la calle en la que se encuentran los alojamientos de mochileros y donde se alojan la mayoria de los voluntarios. A las 5.30 ya hay luz y vida por las calles de Calcuta, pero aun hay poco trafico, asi que resulta un paseo agradable de unos 20 minutos. A las 6 empieza la misa, muy bonita porque las hermanas cantan como los angeles (van todas vestidas con el tipico sari blanco con ribete azul que llevaba la Madre Teresa). Al padre no se le entendia gran cosa en ingles. A las 7 es el desayuno en la sala de voluntarios, y consiste en platanos, chai (el te indio con leche) y pan de molde. A las 7.30 salen pequenyos grupos cada uno en direccion a una casa distinta, yo me junte con una senyora mejicana que iba al mismo sitio que yo y que lleva viniendo 9 anyos para que me explicara un poco el trabajo y me ensenyara el camino. Se camina unos 40 minutos, pasando por un mercado, colegios, una mezquita, un hospital... y poco a poco nos vamos adentrando en los slums o barrios de chabolas que han crecido
como setas en torno a la via del tren. A pesar de todo lo que he visto
hasta ahora en la India, debo decir que nunca habia visto sitios tan
miserables como hasta ahora, la gente vive literalmente en la basura, es
espantoso. No es en absoluto peligroso, no es nada comparable a los barrios de favelas en Brasil, por ejemplo, pero es descorazonador ver como aun sigue habiendo lugares asi, que coexisten con Mercedes, hotelazos y centros comerciales dignos de cualquier capital europea. Un contraste brutal como un punyetazo en el estomago.
Por fin llegamos a la casa Prem Dan, nos pusimos un delantal y a lavar
ropa. Aqui la lavadora es un articulo de lujo y la ropa se lava a
mano. Como las mujeres se hacen todo encima, hay que lavar enormes
cantidades de ropa a mano, montanyas y montanyas de camisones,
sabanas, servilletas y calzones. Asi que ahi estuvimos enjuagando y
estrujando durante una buena hora. Cuando acabamos, pasamos a la sala
donde se encuentran las mujeres, hay 181 en total. Las Hermanas se
ocupan de dar la medicacion, hacer las curas y del trabajo mas
importante. Las voluntarias estamos para las cosas que no son tan
importantes, pero que hay que hacer y que llevan su tiempo, como
cortar las unyas de las manos y de los pies, repartir vasos de agua,
dar de comer a las que no pueden comer solas... Y sobre todo dar un
poco de carinyo a mujeres que han sido totalmente abandonadas por sus
familias y que probablemente no saldran nunca de ese lugar. porque
estan solas en el mundo y no pueden valerse por si mismas. Algunas no
se dan cuenta de mucho, otras te cogen la mano y te la besan y te
abrazan, otras te miran con extranyeza... Es duro pero bonito a la
vez, sin duda alguna la que mas aprende de todo esto y la mas
beneficiada soy yo, pero tambien tengo la ilusion de que al menos
alguna de esas mujeres se sienta querida por un ratito, el ratito que
tardo en cortarle las unyas o en darle de comer. No puedo ni
siquiera llegar a imaginar por todo lo que han pasado hasta llegar a
Prem Dan, ni tampoco puedo hablar con ellas, ni hacer mucho mas por
ellas que darles un poco de atencion. El trabajo gordo lo hacen las
Hermanas, que estan al pie del canyon todos los dias. A las 12.30
acabamos el turno y cogemos un rickshaw de vuelta hasta
la guesthouse. Y asi cada dia. Entiendo que haya gente que vuelva una y otra vez. Hay algo en el aire que engancha. En esta epoca no hay demasiados
voluntarios, seremos unos 50-60 en total. La epoca mas ajetreada es en
julio-agosto, cuando van muchos estudiantes durante las vacaciones.
Datos practicos:
La sesion de orientacion es todos los lunes, miercoles y viernes, a las 15 horas en 78, ACJ Bose Road. Todos los taxistas y conductores de rikshaw conocen la direccion. Hay que llevar el pasaporte para registrarse. En Sudder street hay muchas guesthouse baratas donde quedarse, como el hotel Maria (80 rs en dormitorio colectivo) o el Hotel Paragon (de 200 a 350 rs). Y lo mas importante, ir con humildad, no intentar cambiar las cosas y ayudar en lo que se pueda!

Saturday, November 13, 2010

Vagabundeos

Este es mi primer intento de escribir un blog, no se cual sera el resultado. Ahora mismo no tengo una idea muy estructurada de su contenido, pero creo que ira tomando forma a medida que vaya escribiendo. Sera una especie de cajon desastre con ideas, reflexiones y datos practicos sobre mis viajes.
Hace unas horas que he llegado a Calcuta, proveniente de Mumbai y el contraste ha sido fuerte, sobre todo porque en Mumbai tuve la suerte de alojarme en la maravillosa casa de unos amigos indios y aqui en Calcuta me encuentro en una especie de celda diminuta. Pero asi es la India, llena de contrastes brutales, y asi he querido que sea mi viaje, asi que nada de lamentos! Mi intencion es acercarme manyana a la mision de las Hermanas de la Caridad para inscribirme como voluntaria y ver si puedo ser de alguna utilidad. Desde luego que no pretendo cambiar el mundo en unos pocos dias, pero creo que es algo que todos deberiamos hacer una vez en la vida, y quien sabe si de esta experiencia nace una nueva vocacion. Por ahora dejo aqui esta primera entrada, voy a ver que delicias gastronomicas me ofrecen las calles de Calcuta, continuara...